Descripción
“Este libro va a la yugular. Como un vampiro. Igualito. Y ojo, no es apto para almas sensibles, por que apunta a desmenuzar con un humor negro (o negrísimo, si prefieren) algunas de las inconsistencias de la iglesia católica que no son pocas, adivinarán … están advertidos: Satánicos está lleno de nitroglicerina. En consecuencia léanlo con cuidado, porque en cuanto alguien aprieta la tecla de los nacionalismos militares o de la religión, las almas fanáticas saltan como un resorte … Volviendo a Satánicos, vale la pena leerlo, decía. Compruébenlo ustedes mismos. Lo peor que puede pasarles es que se rían de su propia fe. Y punto. Eso no estaría nada mal, porque al final, ya saben, todo lo pueden arreglar con un padre nuestro, un par de avemarías y un rezo al papa argentino. Y ya está”. (Pedro Salinas, en el prólogo del libro)